JUEGO DE CAMINAR SOBRE LA LÍNEA MONTESSORI
Caminar sobre la línea en el método Montessori es una actividad fundamental para el desarrollo de los niños, que ofrece beneficios tanto físicos como mentales. Al realizar esta práctica, los niños refinan su equilibrio, mejoran la coordinación y fomentan la concentración y el autocontrol.
Beneficios físicos:
En resumen, caminar por la línea Montessori no es solo un juego, sino un ejercicio estructurado que ayuda a los niños a desarrollar habilidades motoras finas y gruesas, a cultivar la concentración y a construir una base sólida para la autodisciplina.
- Equilibrio y coordinación: Caminar por una línea elíptica requiere un control preciso del cuerpo. Esta actividad ayuda a los niños a dominar el equilibrio y la coordinación muscular, habilidades esenciales para su desarrollo motor.
- Conciencia corporal: Al concentrarse en mantener los pies sobre la línea, los niños desarrollan una mayor conciencia de la posición y los movimientos de su cuerpo.
- Control del movimiento: Con la práctica, el movimiento se vuelve más fluido y grácil. A menudo, se les pide que caminen de talón a punta o que lleven objetos para aumentar la dificultad y el control.
- Refuerzo muscular: Esta actividad es un ejercicio de cuerpo completo que ayuda a alinear la columna vertebral y a desarrollar el control muscular.
- Concentración y disciplina: El desafío de caminar sobre la línea requiere una atención plena. El niño debe enfocarse en la tarea y en sus propios movimientos, lo que aumenta su capacidad de concentración y autodisciplina.
- Control de la voluntad: Mantener la concentración y el control del cuerpo promueve el desarrollo de la fuerza de voluntad y el autocontrol, ya que el niño se esfuerza por cumplir el objetivo.
- Calma y orden: La actividad suele realizarse con música clásica suave, lo que crea un ambiente tranquilo y ayuda a calmar a los niños, promoviendo una transición más ordenada entre actividades.
- Conciencia del espacio personal: Al caminar en grupo, los niños aprenden a respetar el espacio de los demás y a mantener una distancia equitativa, fortaleciendo sus habilidades sociales y el sentido de orden.
- Preparación del espacio: Se traza una línea en el suelo, generalmente una elipse, usando cinta o pintura. La línea debe ser lo suficientemente estrecha para que los niños se concentren, pero no tan difícil que se frustren.
- Música y ritmo: Se puede usar música con un ritmo marcado para que los niños sincronicen sus movimientos. Alternar ritmos lentos y rápidos es una forma de añadir desafío.
La actividad puede volverse más compleja pidiendo a los niños que caminen descalzos para aumentar la sensibilidad, o que lleven objetos en las manos sin que se caigan ni hagan ruido (como una campana).
En resumen, caminar por la línea Montessori no es solo un juego, sino un ejercicio estructurado que ayuda a los niños a desarrollar habilidades motoras finas y gruesas, a cultivar la concentración y a construir una base sólida para la autodisciplina.
Aquí os dejamos un vídeo de nuestros alumnos de 3 años caminando por la línea Montessori, concentrados y disfrutando de la actividad.
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